El Hombre de la Capa

El Hombre de la Capa

viernes, 23 de julio de 2010

Cancion del Pirata de Espronceda (Version Nueva)

¿Recuerdas LA CANCIÓN DEL PIRATA, de José de Espronceda:
"Con cien cañones por banda...Etc."?
Pues la siguiente poesía, que lleva el mismo ritmo métrico, no es sobre ese Pirata de Espronceda. Es sobre otros, porque hay piratas y "piratas"...

POEMA DEL GOBIERNO

Con diez millones de votos
De arrepentidos o ingenuos
Ganaron las elecciones
Y entraron en el gobierno
Unos pillos socialistas
Que se llamaban obreros
Sin tener un solo callo
En la yema de los dedos
Gran revuelo entre las gentes
Causó el acontecimiento
Hubo bailes y charangas
Entre la gente del pueblo.

Zapatero y sus compinches
Habían ganado el duelo
Al pie del puño florido
Hicieron su juramento
Con la rosa por testigo
Los ministros prometieron
Dar trabajo, hacer justicia
Predicar con el ejemplo
Pasaron algunos meses
Y al llegar al año y medio
Las rosas ya estaban secas
Y sus promesas volaron
Cual hojas que lleva el viento

Todo se llenó de pícaros
Trepadores y mastuerzos
Políticos sin gramática
Donjuanes de medio pelo
Tragaldabas, tragaperras
Traga cargos, traga sueldos
Y en menos que canta un gallo
Nos dejaron medio en cueros
Las calles y plazas públicas
Los mercados y paseos
Se llenaron de chorizos
Robaperas, descuideros
Tramposos, trapisondistas
Mangantes y presos sueltos

La corte de los milagros
Salió del túnel del tiempo
Y volvieron los mendigos
Los parados, los hambrientos,
Por miles las prostitutas
Con sus chulos al acecho
Invertidos, maricones
Zorras de pelaje nuevo
Ambulantes de la droga
De esos que llaman "camellos"
En calzón van pensionistas,
En perniles los obreros,
Empresarios en pelotas,
Contribuyentes en cueros,
Los ladrones en la calle,
Los tontos al Ministerio,
Los ministros en Mercedes,
Los electores al huerto,
Indultos a terroristas,
Y guardias al cementerio.

domingo, 11 de julio de 2010

GILIPOLLAS Y DESCEREBRADOS

EL DISPARATE:

Más de cuatrocientos millones de seres humanos hablan el español en el mundo. Un californiano y un argentino se entienden en el mismo idioma. Eso es la cultura.
Un español sea vasco, catalán, castellano, gallego o andaluz, encuentra su idioma común en los labios de los indígenas de la isla de Pascua, ese pedazo de Chile desprendido que navega en la inmensa soledad del Pacífico.
Colombia discute –con la razón–, con Venezuela –la sinrazón–, en español. Los presos de Cuba lloran en español por lo que España no hace por ellos. No hay lugar en el mundo, por escondido que se halle, en el que no pueda oírse una palabra en español.
Y en España, con esta clase política rotundamente gilipollas que tenemos, nos gastamos el dinero en traductores para que, en el Senado, un andaluz le hable en catalán a otro andaluz, y un vasco en vascuence a un castellano, y un gallego en gallego a un montañés, cuando todos hablan y entienden a la perfección el español. No somos un desastre. Somos un disparate.
Lo preocupante es que los políticos no anunciaron a los ciudadanos, los emisores de los votos, sus ridículas intenciones. Y la ruptura entre la sociedad y una amplia mayoría de sus representantes es absoluta. No por mentirosos, no por corruptos, no por meramente inútiles, sino por imbéciles. Las cámaras autonómicas están para hablar en la lengua local y la común. En el Congreso y el Senado no puede usarse otro idioma que el español.
Imbéciles los que pidieron el uso de las lenguas autonómicas en el Senado, y más imbéciles aún los que tragaron con la petición. No cabe en cabeza humana tamaña majadería.
Todos se entienden y se traducen.
En España, cuna del español, no se habla español.
Pongámonos en la piel de los nacionalistas e independentistas más radicales. ¿Qué idioma usan para viajar fuera de España? ¿Qué idioma usan para hacer sus negocios fuera de España? ¿Qué idioma usan para viajar y hacer sus negocios por España? El catalán es un idioma vivo, formidable y local. Es práctico tan sólo en Cataluña.
El vascuence es la unión de distintos dialectos enfrentados por las montañas, y cuyo dominio está fuera del alcance de muchos dirigentes nacionalistas. Es relativamente práctico sólo en Guipúzcoa, Vizcaya, Álava y la zona vascohablante de Navarra.
No se puede añadir el País vasco-francés porque no existe. Los franceses nunca han reconocido un departamento vasco.
Y el gallego, como el valenciano, como el murciano, como el bable, como el guanche, y como el mallorquín, entra en el saco de las lenguas locales. Todos ellos, los que hablan el idioma de sus raíces maternas y mantienen la tradición y la riqueza cultural de sus palabras, hablan también el español. Son españoles y es lógico que se entiendan. Y sólo en España, los políticos menosprecian el idioma común, no común solamente con los españoles, sino con cuatrocientos millones de personas esparcidas por el mundo, América principalmente. Y ese disparate, es consecuencia directa de la necedad imperante en la clase política española, que siente complejo hasta de su idioma, el español.
Como si Franco lo hubiera inventado, que algunos lo creen así, porque además de la estupidez colectiva, el mayor defecto de España es la ignorancia, la incultura y la brutalidad mental.
Lo que ha protagonizado Montilla en el Senado no merece otro calificativo que el de gilipollez compartida.
¡¡Nación de descerebrados!!