El Hombre de la Capa

El Hombre de la Capa

lunes, 31 de enero de 2011

COMUNISTAS DE BEVERLY HILLS

Mi enhorabuena a los felices papas. Han tenido un niño y se encuentran bien que es lo principal, pero no me direis que no es una historia de lo mas surrealista a la par que hortera.
No me refiero tanto a Penelope Cruz, como a Javier Bardem. Al fin y al cabo, ella no hizo nunca declaraciones politicas, pero el chico no deja indiferente.
Es un gran actor, eso no lo discuto, pero no me explico como puede caer en esta gran contradicción y comportarse como un nuevo rico a la antigua usanza ademas que vulgar.
Recuerdo aqui que el Bardem español, no el norteamericano, es un icono del progresismo más radical, antisistema y de los considerados abanderados para cambiar el mundo. Por eso me pregunto, ¿es compatible ese discurso del que tanto presume con su modo de vida en USA?



La Clinica Cedars-Sinai de Beverly Hills es una de las mas caras del planeta, por lo que no me parece creible su discurso, yendo de millonario y viviendo en Estados Unidos cuando resulta que este pais es el culpable de todos los males del mundo, segun él. Osea, que soy antisistema pero hago ostentacion de mi dinero, que para eso lo gano con mi trabajo.
Lo siento mucho pero todas las ideas que defiende en la teoria, se le caen en la practica.
Tira el dinero haciendo ostentacion de su riqueza y se vá de su pais, pues este pais no vá bien, ya que hace falta una izquierda muy dura, pues la derecha lo mangonea todo, y como la seguridad social es herencia del franquismo, pues nada... A Beverly Hills.
¿Por que no se fué a Cuba? ¿o a Venezuela? que parece que va más con su ideario...
No, eso no... Yo soy Comunista, si, pero de Beverly Hills...
Asi tambien soy comunista Yo, en Los Angeles, o en La Moraleja...
Ay!!! que se os ve el plumero, guapos...

sábado, 29 de enero de 2011

MI VOTO NO SE DESCARGA

¡Hola!
Los tres principales partidos políticos, PSOE, PP y CiU, se han puesto de acuerdo en traer la censura a Internet.
Aprobada el pasado lunes 24 de enero en el Congreso de los Diputados, la llamada "Ley Sinde" o "Ley Antidescargas" faculta al Gobierno para cerrar sitios web sin una orden judicial. Igual que en las dictaduras.
La "ley Sinde" indigna a los usuarios de Internet, no sólo por el ataque que representa a su libertad de expresarse e intercambiar información en la Red, sino por el desvergonzado espectáculo de los políticos concertando un ataque más a nuestras libertades.
La "ley Sinde" es el pago de Rodríguez Zapatero a su clientela de la industria del entretenimiento, fiel promotora de las campañas electorales del PSOE. Lo que no se explica es qué hace el PP respaldando una iniciativa que introduce la censura gubernativa y convierte la tutela judicial en una caricatura.
Acabo de incorporarme a la campaña Mi voto no se descarga, lanzada por HazteOir.org.
El objetivo es que los políticos responsables de este abuso reciban tu testimonio y el de miles de ciudadanos más, de que no votaremos a representantes que destruyen nuestra libertad y legislan para un grupo de privilegiados
¿Te animas a acompañarme, enviando tu propio mensaje?
Es muy sencillo. Solo tienes que pinchar en este enlace y firmar. No te llevará más que unos segundos.
http://mivotonosedescarga.org
¡Gracias!

sábado, 15 de enero de 2011

¿MAS CLARO LO QUIERES?

Aqui adjunto un articulo de Enrique de Diego en el que explica muy clarito lo que pensamos muchisimos españoles y lo que otros muchos no se enteran, o no se quieren enterar. Pica para ampliar...

domingo, 2 de enero de 2011

LEOPOLDO ABADIA (EXCELENTE)

A estas alturas, creo que todo el mundo conoce a Leopoldo Abadía (Zaragoza, 1933), pero para quien aún no sepa quien es le diré que es un profesor y escritor español conocido por su peculiar analisis de la crisis economica actual.



Leopoldo Abadía, autor entre otros de "La Crisis Ninja" dice en su articulo:

Me escribe un amigo diciendo que está muy preocupado por el futuro de sus nietos. Que no sabe qué hacer: si dejarles herencia para que estudien o gastarse el dinero con su mujer y que "Dios les coja confesados".
Lo de que Dios les coja confesados es un buen deseo, pero me parece que no tiene que ver con su preocupación. En muchas de mis conferencias, se levantaba una señora (esto es pregunta de señoras) y decía esa frase que me a mí me hace tanta gracia: "qué mundo les vamos a dejar a nuestros hijos?"
Ahora, como me ven mayor y ven que mis hijos ya están crecidos y que se manejan bien por el mundo, me suelen decir "qué mundo les vamos a dejar a nuestros nietos?" Yo suelo tener una contestación, de la que cada vez estoy más convencido: "y a mí, qué me importa?!"
Quizá suena un poco mal, pero es que, realmente, me importa muy poco.
Yo era hijo único. Ahora, cuando me reuno con los otros 64 miembros de mi familia directa, pienso lo que dirían mis padres, si me vieran, porque de 1 a 65 hay mucha gente. Por lo menos, 64.
Mis padres fueron un modelo para mí. Se preocuparon mucho por mis cosas, me animaron a estudiar fuera de casa (cosa fundamental, de la que hablaré otro día, que te ayuda a quitarte la boina y a descubrir que hay otros mundos fuera de tu pueblo, de tu calle y de tu piso), se volcaron para que fuera feliz. Y me exigieron mucho.
Pero qué mundo me dejaron? Pues mirad, me dejaron:
1. La guerra civil española
2. La segunda guerra mundial
3. Las dos bombas atómicas
4. Corea
5. Vietnam
6. Los Balcanes
7. Afganistán
8. Irak
9. Internet
10. La globalización Y no sigo, porque ésta es la lista que me ha salido de un tirón, sin pensar. Si pienso un poco, escribo un libro.
¿Vosotros creéis que mis padres pensaban en el mundo que me iban a dejar?
¡Si no se lo podían imaginar! Lo que sí hicieron fue algo que nunca les agradeceré bastante: intentar darme una muy buena formación. Si no la adquirí, fue culpa mía.
Eso es lo que yo quiero dejar a mis hijos, porque si me pongo a pensar en lo que va a pasar en el futuro, me entrará la depre y además, no servirá para nada, porque no les ayudaré en lo más mínimo.
A mí me gustaría que mis hijos y los hijos de ese señor que me ha escrito y los tuyos y los de los demás, fuesen gente responsable, sana, de mirada limpia, honrados, no murmuradores, sinceros, leales. Lo que por ahí se llama "buena gente".
Porque si son buena gente harán un mundo bueno. Por tanto, menos preocuparse por los hijos y más darles una buena formación:
que sepan distinguir el bien del mal,
que no digan que todo vale,
que piensen en los demás,
que sean generosos. . .
En estos puntos suspensivos podéis poner todas las cosas buenas que se os ocurran.
Al acabar una conferencia la semana pasada, se me acercó una señora joven con dos hijos pequeños. Como también aquel día me habían preguntado lo del mundo que les vamos a dejar a nuestros hijos, ella me dijo que le preocupaba mucho qué hijos íbamos a dejar a este mundo.
A la señora joven le sobraba sabiduría, y me hizo pensar. Y volví a darme cuenta de la importancia de los padres.
Porque es fácil eso de pensar en el mundo, en el futuro, en lo mal que está todo, pero mientras los padres no se den cuenta de que los hijos son cosa suya y de que si salen bien, la responsabilidad es un 97% suya y si salen mal, también, no arreglaremos las cosas.
Y el Gobierno y las Autonomías se agotarán haciendo Planes de Educación, quitando la asignatura de Filosofía y volviéndola a poner, añadiendo la asignatura de Historia de mi pueblo (por aquello de pensar en grande) o quitándola, diciendo que hay que saber inglés y todas estas cosas.
Pero lo fundamental es lo otro: los padres.
Ya sé que todos tienen mucho trabajo, que las cosas ya no son como antes, que el padre y la madre llegan cansados a casa, que mientras llegan, los hijos ven la tele basura, que lo de la libertad es lo que se lleva, que la autoridad de los padres es cosa del siglo pasado. Lo sé todo. TODO. Pero no vaya a ser que como lo sabemos todo, no hagamos NADA.
Leopoldo Abadía.
No he hablado de los nietos, porque para eso tienen a sus padres.
Yo, con mis nietos, a merendar y a decir tonterías y a reírnos, y a contarles las notas que sacaba su padre cuando era pequeño. Y así, además de divertirme, quizá también ayudo a formarles.