El Hombre de la Capa

El Hombre de la Capa

lunes, 3 de mayo de 2010

LOS MANITAS

Los manitas constituyen un extraordinario y selecto grupo social, que merecen toda mi admiración y aún digo más: me producen una tremenda, aunque sana, envidia.


Los manitas suelen ser personas por lo general amables, a las que ese dominio de sus grandes habilidades manuales convierte tambien en generosos, atentos y serviciales.
No hace falta explicar que llamo manitas a esos seres que lo mismo levantan un tabique, cuelgan perfectamente un cuadro, te arreglan un piloto fundido del coche, arreglan la tele, ponen en marcha la lavadora, desatascan un grifo y lo mismo te formatean el ordenador y te lo devuelven a su ritmo normal.
En todas las familias hay un manitas y los demas parientes lo invitan con cierta asiduidad, para aprovechar sus habilidades a cambio de una barbacoa. Tambien solía haber un manitas oficial en las antiguas casas de vecinos, porque ahora, los edificios son enormes y tienen tantos pisos y tantas puertas, que ya nadie conoce a nadie, aunque viva en la misma planta. Aquel manitas de la casa de vecinos recibía constantes solicitudes para que subiera al 3º A, que se les había estropeado un desagüe o al 1º B, donde se atascó la lavadora.
El manitas de la vecindad, aparte de resorver los problemas y de recibir los clasicos regalos en forma de cervecita, chuletitas o botellita de whisky, porque normalmente nunca aceptaba compensación economica, ligaba lo suyo con las chachas, quiero decir las empladas del hogar, no se me valla a molestar Bibiana, e incluso se permitia algun flirteo con la señora de la casa, si esta era casquivana. De forma, que en más de una ocasión, la vecina dicharachera llamaba al vecino manitas como excusa para deshogarse.
Cuando la vida estaba más facil, entre otros motivos porque apenas habia crisis y casi ninguno pagabamos a Hacienda, mas de un manitas se dedicaba practicamente a eso, incluso hoy queda alguno, (llamesé Larry), como oficio basico. Y aunque no llegase a ponerselo en las tarjetas de visita, ya que normalmente tiene una ocupacion oficial, (Jefe de mantenimiento de un Hotel, por ejemplo), era un mero pretexto para justificarse socialmente, porque es su quehacer diario, lo que solia hacer era arreglarle los fusibles a doña Asuncion y otro tipo de faenas que llenaban las lentas horas de sus ajetreados dias.
Ahora, los manitas se dedican mayormente a la cosa de la informatica y hay que ver lo que saben de ordenadores y demas aparatos de alta tecnologia como moviles, ipod y esos. Me maravilla con cuanta facilidad resuelven los problemas, consiguen los datos, incluso hablan con los aparatos y hasta juegan a un juego de rol en la pantalla. Lo cual me parece incomprensible, casi milagroso, porque yo soy todo lo contrario de estos talentos manuales: Soy un manazas. Y de eso hablare el proximo día.

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